TE ABRO LA PUERTA, ENTRA A MI HOGAR

CUANDO DECIMOS: “SEÑOR NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANARME”, YA LE ABRIMOS LA PUERTA Y LO INVITAMOS A PASAR.

 “Abre mi puerta y entra a mi hogar

 Que allá afuera no se ve todo lo que hay

 Te invito a conocer mi verdad

 Sumérgete en mi ser

 Y encontrarás

 A un amor que había olvidado

 Desnutrido, Oxidado y Gris

 Contigo a resucitado al fin

 Yo te bajo el cielo

 Y te lo entrego

 Envueltito en un lucero

 Doy mi vida si te animas

 A volar

 Si me dejas construiré universos

 Con tus labios y mis besos

 Te doy mi eternidad

 Te doy Gracias Por Entrar

 La gente aparenta su realidad

 Tu te atreviste a ver mucho mas allá

 En este mundo tan superficial

 Me diste un rayo de luz en la oscuridad

 Llegando a lo mas profundo

 Despertando una ilusión en mí

 Llenando de flores mi jardín

 Yo te bajo el cielo

 Y te lo entrego

 Envueltito en un lucero

 Doy mi vida si te animas

 A volar

 Si me dejas construiré universos

 Con tus labios y mis besos

 Te doy mi eternidad

 Te doy Gracias Por Entrar

 Por cruzar el portal

 Por arriesgarte a amar

 Por hacer de mi vida tu lugar

 Yo te bajo el cielo

 Y te lo entrego

 Envueltito en un lucero

 Doy mi vida si te animas

 A volar

 Si me dejas construiré universos

 Con tus labios y mis besos

 Te doy mi eternidad

 Te doy Gracias Por Entrar” (Noel Schjris)